Siempre fui un niño normal. Algo tímido. Cariñoso desde siempre. Y enamoradizo. Siempre me acuerdo como escribía cartas de amor. Había una chica en el colegio que me encantaba y siempre le escribía aunque no me hiciera ni caso. En el cole, regular. Me gustaban más las asignaturas de letras. Leía muchos libros en casa. Mi madre siempre me los traía del Círculo de lectores. Me encantaban los de miedo. Me podía pasar días repasándolos encima de mi cama.
Y el tiempo fue pasando, poco a poco. Me enamore alguna vez. Siempre arriesgando aunque saliera mal. Dejé de ser tan jovencito, para ser simplemente joven dentro de mi cara aniñada. Escribiendo.
Una noche bastante llena de soledad y con mucha lluvia fue la primera vez que escribí una frase sobre algo que me estaba pasando en esa época. En Twitter. Supongo que ahí empezó todo. Gente me leía, cada vez más. Gente que se sentía identificada conmigo. No me podía creer que alguien leyera con ganas mis pensamientos. Casi sin querer. Casi sin buscarlo. Defreds, la prolongación de Jose.
Han llegado mis libros. No os podéis imaginar la ilusión que hace, entrar en una librería y ver en una estantería un libro tuyo, ahí encima. Y gente comprándolo con una sonrisa. Eso no se puede pagar con dinero. Ni explicar con palabras. Ya son cuatro, y ojalá puedan ser algún día más.Su Web
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