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viernes, 23 de febrero de 2024

Animación Lectura 23/24 Segundo Trimestre 1 Ángela Figuera Aymerich



Imagen de https://eldiariofeminista.info/2023/06/17/angela-figuera-escritora/

Ángela Figuera Aymerich es, con Carmen Conde, la más importante poeta de la segunda mitad del siglo XX. En su primer libro, Mujer de barro (1948), se trata el tema del hijo, como lo hicieran tantos poetas de la postguerra, así como el de la mujer. En el segundo, Soria pura (1949), que le editó su amigo el también poeta Leopoldo de Luis en la colección Mensajes, entra en el tema del paisaje. En Vencida por el ángel (1950) aparece una poesía existencial que se centra ya en el feminismo y en el sentido social cuando publica El grito inútil (1952); en este libro se encuentran el poema antibelicista “Rebelión” y su famoso “Mujeres del mercado”, uno de los mayores ejemplos de la poesía social española de postguerra, donde el verso alejandrino permite suavizar la dureza temática: “Son de sal y salmuera. Viejas ya desde siempre. / Armadura oxidada con relleno de escombros”. Los días duros, que publica en 1953 (incluyendo Vencida por el ángel y Víspera de la vida, un libro inédito), insiste en la escritura de compromiso (“No. Ya no puedo estar, como solía, / oculta en matorral de madreselvas”). En 1958 publica en México Belleza Cruel, con un prólogo de León Felipe en el que el poeta del exilio se desdice generosamente de cuando escribió que, al salir de España, se había llevado la canción: “Dámaso, Otero, Celaya, Hierro, Crémer, Nora, de Luis, Ángela Figuera Aymerich… los que os quedasteis en la casa paterna, en la vieja heredad acorralada… Vuestros son el salmo y la canción”. Al fin y al cabo, Ángela Figuera había incluido en Víspera de la vida un poema titulado “Postguerra” que pudiera haber servido de respuesta a León Felipe: “Alegraos, hermanos, porque vivos seguimos. / Verticales, calientes sobre tierra segura / persistente al estruendo y a la dura piqueta”. Su último libro publicado, Toco la tierra. Letanías (1962) resume su sentido de la existencia. Entre los numerosos poemas solamente incorporados a sus Obras completas, merece destacarse el que dedicara a Carmen Conde, “Exhortación impertinente a mis hermanas poetisas” que es una llamada a la responsabilidad de la nueva poesía femenina: “Levantaos, hermanas. Desnudaos la túnica. / Dad al viento el cabello. Requemaos la carne / con el fuego y la escarcha de los días violentos / y las noches hostiles aguzadas de enigmas. / No os quedéis en el margen…”. Su poesía, claramente realista, ha mantenido un tono personal, gracias a la ternura que supera todo prosaísmo. La crítica ha destacado su mirada tierna sobre la realidad, pese a la crudeza de muchos de los poemas. Hay siempre un sentimiento maternal que le llevó a escribir también poesía para niños como Cuentos tontos para niños listos (1979) o el póstumo Canciones para todo el año (1984). Fuente

Aquí podéis escuchar algunos de sus poemas


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